Éste es un impresionante relato de la neurocientífica Jill Bolte Taylor quien sufrió un derrame cerebral.
Mientras su conciencia se desvanecía, sintió como se apagaban una a una las funciones ordinarias del cerebro y a la vez experimentaba una conexión con una dimensión única, más compatible con lo que entendemos al referirnos a la dimensión espiritual. Una vivencia extraordinaria de lo que se manifiesta a través del hemisferio derecho.